El jefe de Gobierno Jorge Telerman agradeció la iniciativa del Partido Socialista y subrayó la necesidad de conformar un espacio de la centroizquierda que sea una construcción colectiva.
“Muchísimas gracias por invitarme nuevamente a este ámbito que siento efectivamente como una de mis casas”.
“Llega un momento de la vida donde uno no tiene sólo una casa. Tiene la casa de su infancia, la de su familia, la de sus amores del momento, de sus padres, de sus amigos, y otras tantas donde uno se siente como en casa”.
“Me parece que una de las maneras, una de las medidas de la plenitud individual y colectiva de un pueblo, es saber cuantas casas es capaz de habitar. Y de cuántas casas es capaz de hacer un solo hogar común. Y eso es una Nación. Y eso es también una ciudad”.
“La medida de la diferencia entre las sociedades plenas, donde el pueblo vive una vida plena, es esa casa, ese espacio, esa diversidad de casas y de hogares”.
“Cada vez que vengo a una reunión convocada por el Partido Socialista, siento que estoy en el hogar común”.
“Sabemos que nos une el desafío esta vez y nos tiene que unir el amor y no el espanto”.
“No sirve la definición de lo que somos en relación a lo que no somos, lo que es el otro. Esa es una forma perezosa, débil, excesivamente veleidosa de no definirse a uno mismo, de solamente definirse en relación con el otro”.
“Muchísimas veces estos espacios - la centroizquierda, el progresismo - se definieron mentando el fantasma, el cuco, definiéndose con cualquier lugar que tenía que armarse para que no pasara la derecha”.
“La unión contra la derecha o ese tipo de uniones en contra de algo, terminan efectivamente disolviéndose, porque no reparan en lo que los une. A nosotros nos tiene que unir el amor”
“Si de algo tenemos que salir, que es un sucedáneo del hacer algo en contra de otro, es de la política del casting, esa de Bailando por un sueño”.
“La política de elegir a ver quien es el que en este momento mejor representa coyunturalmente, total después se verá qué se hace, cómo hacemos para juntarnos y ver si paramos eso otro, dejando de lado la construcción colectiva, efectivamente programática, que tiene que ser unida por el amor”.
“El amor y una visión, una representación del mundo y una representación de Ciudad, como aquí en este espacio quienes queremos más –sin negar, por supuesto, la necesidad de insertarse en un proyecto nacional- la enorme fuerza de los proyectos locales, que efectivamente se entrelazan, proyectan y potencian con los proyectos nacionales”.
“Es el amor por esta Ciudad que nos requiere discutir, intercambiar ideas, para poder obrar”.
“Hay tantos sectores políticos, que ¿cómo hablar para que todo se contenga?, y miren de qué manera y con cuánta franqueza podemos hablar peronistas, pueden hablar radicales, pueden hablar socialistas, pueden hablar demócratas cristianos, gente del Partido Intransigente y de la izquierda”.
“Sabemos que estamos obrando no un milagro, sino algo que mujeres y hombres estamos constituyendo con la certeza de poder reunirnos en relación con este proyecto del que también nos hablaba Roy Cortina, en función de esa acción propositiva, clara y precisa”.
“Estamos evaluando qué modelo queremos, cuál es nuestra representación del mundo y cuál es la visión e este caso de Ciudad que queremos llevar adelante”.
“Y en vez del rechazo, del miedo a la derecha, como bien me lo recordaba antes mi amiga Gabriela Cerruti, aquí hay un doble problema: uno es que no nos define en lo que somos sino en la supuesta definición de otro, lo que muestra un signo de enorme debilidad, y la otra es que utiliza un instrumento de esa derecha, el miedo”.
“¿Se puede construir una sociedad en base al miedo? ¿Se puede construir algo en relación a tapar lo del otro? Esa es una manera perversa y totalitaria de construir un espacio político”.
“Por supuesto que hay muchas cosas que nos diferencian enorme e irremediablemente de esos sectores en general definidos como la derecha. Por un lado, nuestra escrupulosa e inexorable defensa de los derechos y garantías individuales y colectivas. Nuestra defensa de los derechos humanos. Causas como por ejemplo la de Jorge Julio López, que nos hace seguir en guardia reclamando no solamente por su aparición, sino reclamando por la liberalización y persistencia de las políticas que buscan la verdad y la justicia”.
“Frente a eso, sí nos paramos, pero nos paramos para construir un modelo de sociedad, un modelo de Nación y un modelo de Ciudad que es el que tiene que estar en juego en esta concertación programática para que sea capaz revirtiendo experiencias del pasado - de convocar, cada vez más, a mujeres y hombres para que cada uno, desde su propio espacio, desde su propio espacio político y de su organización social sea capaz de robustecerlo, hacerlo una casa común”.
“Esa casa común nos tiene que permitir muchísimo más que un trámite. Por eso es importante hacer convocatorias como esta, organizada por el Partido Socialista o sectores del radicalismo, el peronismo o la Democracia Cristiana y de otros sectores, y sentir que estamos en nuestra propia casa, que hablamos el mismo lenguaje, que compartimos los mismos valores”.
“Debemos tener una aspiración a lo nuevo, a lo justo y a la innovación. Si hay algo que efectivamente debemos hacer, es ver cómo se buscan nuevos instrumentos, cómo se fomentan políticas públicas y, sin duda, eso es un proyecto de poder”.
“Aquí no sólo se discuten las ideas, sino que se reunieron mujeres y hombres de la democracia política, con compromiso con el otro, compromiso con su época, compromiso con la construcción colectiva para, efectivamente, realizar y organizar en este espacio político, un espacio que busca y conquista el poder para transformar la Ciudad. Eso es este espacio político, a eso tenemos que ir los que sabemos que compartimos esos valores”.
“Estos valores deben ser convertidos en materialidad, en realidad, en una sociedad más justa, más homogénea, más igualitaria, de progreso, de innovación; una sociedad de desarrollo de la ciencia, la educación y la técnica”.
“Estas innovaciones tienen que ser resultado de este espacio de discusión política, con clara vocación de poder y de transformación. Estas coincidencias nos permiten discutir, acordar, por ejemplo, en el plano de lo nacional el acompañamiento a las políticas del presidente Kirchner en cuestiones como las que hablábamos recién, aquellas vinculadas a los derechos humanos.
“Esa preocupación existe en cada uno de los espacios políticos y en todos los que desde otra sensibilidad piensan ese proyecto nacional, aportándole algunos otros ingredientes, marcando ciertas diferencias. Pero me parece que es por ese lado que vamos a poder redistribuir la fuerza de las instituciones políticas que son, sin duda, los instrumentos irremplazables para transformar la sociedad”.
“Nuevamente, agradecemos -muchísimos hombres y mujeres de la Ciudad, –y no sólo de esta Ciudad- tantas iniciativas del Partido Socialista que han hecho de la vida institucional un valor que pocos pueden exhibir con esta amplitud”.
“Agradezco enormemente la vocación del Partido Socialista y la de todos ustedes por invitarnos a nuestra casa, que es un lugar donde hablamos de todo, con franqueza”.
“Muchísimas gracias por invitarme nuevamente a este ámbito que siento efectivamente como una de mis casas”.
“Llega un momento de la vida donde uno no tiene sólo una casa. Tiene la casa de su infancia, la de su familia, la de sus amores del momento, de sus padres, de sus amigos, y otras tantas donde uno se siente como en casa”.
“Me parece que una de las maneras, una de las medidas de la plenitud individual y colectiva de un pueblo, es saber cuantas casas es capaz de habitar. Y de cuántas casas es capaz de hacer un solo hogar común. Y eso es una Nación. Y eso es también una ciudad”.
“La medida de la diferencia entre las sociedades plenas, donde el pueblo vive una vida plena, es esa casa, ese espacio, esa diversidad de casas y de hogares”.
“Cada vez que vengo a una reunión convocada por el Partido Socialista, siento que estoy en el hogar común”.
“Sabemos que nos une el desafío esta vez y nos tiene que unir el amor y no el espanto”.
“No sirve la definición de lo que somos en relación a lo que no somos, lo que es el otro. Esa es una forma perezosa, débil, excesivamente veleidosa de no definirse a uno mismo, de solamente definirse en relación con el otro”.
“Muchísimas veces estos espacios - la centroizquierda, el progresismo - se definieron mentando el fantasma, el cuco, definiéndose con cualquier lugar que tenía que armarse para que no pasara la derecha”.
“La unión contra la derecha o ese tipo de uniones en contra de algo, terminan efectivamente disolviéndose, porque no reparan en lo que los une. A nosotros nos tiene que unir el amor”
“Si de algo tenemos que salir, que es un sucedáneo del hacer algo en contra de otro, es de la política del casting, esa de Bailando por un sueño”.
“La política de elegir a ver quien es el que en este momento mejor representa coyunturalmente, total después se verá qué se hace, cómo hacemos para juntarnos y ver si paramos eso otro, dejando de lado la construcción colectiva, efectivamente programática, que tiene que ser unida por el amor”.
“El amor y una visión, una representación del mundo y una representación de Ciudad, como aquí en este espacio quienes queremos más –sin negar, por supuesto, la necesidad de insertarse en un proyecto nacional- la enorme fuerza de los proyectos locales, que efectivamente se entrelazan, proyectan y potencian con los proyectos nacionales”.
“Es el amor por esta Ciudad que nos requiere discutir, intercambiar ideas, para poder obrar”.
“Hay tantos sectores políticos, que ¿cómo hablar para que todo se contenga?, y miren de qué manera y con cuánta franqueza podemos hablar peronistas, pueden hablar radicales, pueden hablar socialistas, pueden hablar demócratas cristianos, gente del Partido Intransigente y de la izquierda”.
“Sabemos que estamos obrando no un milagro, sino algo que mujeres y hombres estamos constituyendo con la certeza de poder reunirnos en relación con este proyecto del que también nos hablaba Roy Cortina, en función de esa acción propositiva, clara y precisa”.
“Estamos evaluando qué modelo queremos, cuál es nuestra representación del mundo y cuál es la visión e este caso de Ciudad que queremos llevar adelante”.
“Y en vez del rechazo, del miedo a la derecha, como bien me lo recordaba antes mi amiga Gabriela Cerruti, aquí hay un doble problema: uno es que no nos define en lo que somos sino en la supuesta definición de otro, lo que muestra un signo de enorme debilidad, y la otra es que utiliza un instrumento de esa derecha, el miedo”.
“¿Se puede construir una sociedad en base al miedo? ¿Se puede construir algo en relación a tapar lo del otro? Esa es una manera perversa y totalitaria de construir un espacio político”.
“Por supuesto que hay muchas cosas que nos diferencian enorme e irremediablemente de esos sectores en general definidos como la derecha. Por un lado, nuestra escrupulosa e inexorable defensa de los derechos y garantías individuales y colectivas. Nuestra defensa de los derechos humanos. Causas como por ejemplo la de Jorge Julio López, que nos hace seguir en guardia reclamando no solamente por su aparición, sino reclamando por la liberalización y persistencia de las políticas que buscan la verdad y la justicia”.
“Frente a eso, sí nos paramos, pero nos paramos para construir un modelo de sociedad, un modelo de Nación y un modelo de Ciudad que es el que tiene que estar en juego en esta concertación programática para que sea capaz revirtiendo experiencias del pasado - de convocar, cada vez más, a mujeres y hombres para que cada uno, desde su propio espacio, desde su propio espacio político y de su organización social sea capaz de robustecerlo, hacerlo una casa común”.
“Esa casa común nos tiene que permitir muchísimo más que un trámite. Por eso es importante hacer convocatorias como esta, organizada por el Partido Socialista o sectores del radicalismo, el peronismo o la Democracia Cristiana y de otros sectores, y sentir que estamos en nuestra propia casa, que hablamos el mismo lenguaje, que compartimos los mismos valores”.
“Debemos tener una aspiración a lo nuevo, a lo justo y a la innovación. Si hay algo que efectivamente debemos hacer, es ver cómo se buscan nuevos instrumentos, cómo se fomentan políticas públicas y, sin duda, eso es un proyecto de poder”.
“Aquí no sólo se discuten las ideas, sino que se reunieron mujeres y hombres de la democracia política, con compromiso con el otro, compromiso con su época, compromiso con la construcción colectiva para, efectivamente, realizar y organizar en este espacio político, un espacio que busca y conquista el poder para transformar la Ciudad. Eso es este espacio político, a eso tenemos que ir los que sabemos que compartimos esos valores”.
“Estos valores deben ser convertidos en materialidad, en realidad, en una sociedad más justa, más homogénea, más igualitaria, de progreso, de innovación; una sociedad de desarrollo de la ciencia, la educación y la técnica”.
“Estas innovaciones tienen que ser resultado de este espacio de discusión política, con clara vocación de poder y de transformación. Estas coincidencias nos permiten discutir, acordar, por ejemplo, en el plano de lo nacional el acompañamiento a las políticas del presidente Kirchner en cuestiones como las que hablábamos recién, aquellas vinculadas a los derechos humanos.
“Esa preocupación existe en cada uno de los espacios políticos y en todos los que desde otra sensibilidad piensan ese proyecto nacional, aportándole algunos otros ingredientes, marcando ciertas diferencias. Pero me parece que es por ese lado que vamos a poder redistribuir la fuerza de las instituciones políticas que son, sin duda, los instrumentos irremplazables para transformar la sociedad”.
“Nuevamente, agradecemos -muchísimos hombres y mujeres de la Ciudad, –y no sólo de esta Ciudad- tantas iniciativas del Partido Socialista que han hecho de la vida institucional un valor que pocos pueden exhibir con esta amplitud”.
“Agradezco enormemente la vocación del Partido Socialista y la de todos ustedes por invitarnos a nuestra casa, que es un lugar donde hablamos de todo, con franqueza”.
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