El senador radical Rodolfo Terragno analizó la necesidad de contar con un proyecto común del progresismo a escala nacional.
“Creo que hay un abuso verbal que ha desdibujado el progresismo. Lo quiero decir de una manera concreta. Hay quienes hicieron silencio hasta 1983 y después de 23 años de democracia recuerdan que hubo dictadura. Hay quienes no hicieron nada por la vida y la libertad de los demás y ahora se presentan como campeones de los derechos humanos. Hay quienes apoyaron la convertibilidad hasta el final y ahora reniegan de los ´90. Hay quienes no promueven la redistribución de ingresos, pero se llenan la boca hablando de la necesidad de combatir la pobreza”.
“Pero creo que uno tiene que actuar positivamente y definir qué es el progresismo”.
“Pienso, sintetizando, que hay tres elementos fundamentales que caracterizan al progresismo”.
“Uno es el estado de derecho, por que no hay posibilidad de tener un país desarrollado, moderno, estable y justo si no hay plena libertad y no hay instituciones sólidas”.
“El segundo es la distribución equitativa, no sólo de la riqueza, también del conocimiento y de las oportunidades de realización personal”.
“Y el tercero es el progreso, el progreso mismo, del cual deriva la palabra, que no se logra sin ciencia, sin tecnología, sin industrias”. “Ahora, como todo sistema de valores, esto implica contradicciones que es necesario considerar”.
“Es necesario, por ejemplo, saber cómo se redistribuye el ingreso sin desalentar la inversión, de la cual depende el crecimiento económico”. “Hay constantes conflictos, en los cuales la verdadera posición progresista es equidistante de los extremos”.
“A menudo vemos como de un lado hay un capitalismo salvaje, que con tal de desarrollar una actividad, no vacila en destruir el medio ambiente o envenenar a la gente. Y, del otro lado, tenemos un ecologismo salvaje que nos puede condenar a ser una sociedad pastoril y, por lo tanto, dependiente”.
“No es fácil conciliar estas posiciones resolver estas contradicciones. Por eso hace falta un proyecto”.
“No es suficiente con decir “somos progresistas”, con plantear una retórica progresista. Ni el desarrollo económico ni la igualdad social son plantas silvestres, no crecen espontáneamente. Y algo que tenemos que tener en cuenta los argentinos, es la necesidad de un proyecto actual, que nos hemos negado durante tanto tiempo”.
“A veces nos gastamos la lotería de las privatizaciones y otras veces la lotería de la soja. Pero así no se construye un país. Para construirlo, hay que tener un proyecto y tiene que ser un proyecto de poder. Porque de eso se trata, de modificar la realidad y la realidad no se modifica ni con marchas ni con grafittis, ni con artículos periodísticos”.
“Todo eso, las movilizaciones, la docencia que se puede hacer desde un artículo, ayuda a crear conciencia. Pero hacen falta los instrumentos y para eso hay que lograr grandes mayorías”.
“Y para lograr grandes mayorías, hay que resolver grandes contradicciones. Y serias contradicciones. Porque, en definitiva, una mayoría es, y de ahí viene el nombre de mi Partido, que no era solamente el nombre de un partido, la Unión Cívica, porque allí estaban, en los orígenes, Alem, Juan B. Justo, De la Torre. Una gran fuerza progresista debe ser inevitablemente policlasista, porque hay una clase media sin perspectivas de ascenso, que no tiene perspectivas para sus hijos, hay una clase media pauperizada, de profesionales, de maestros, de empleados. Hay trabajadores calificados con topes salariales, hay trabajadores no calificados, hay desempleados funcionales, hay desempleados plenos, hay sectores marginados, y cada uno tiene necesidades y perspectivas distintas que hay que conciliar”.
“Cuando uno representa a una sola franja social, no tiene un proyecto de poder. Por supuesto no se trata de representar a sectores que sean contradictorios de nuestros principios básicos, pero dentro de esa escala hay una gran diversidad que hay que tener en cuenta. Y hay que ser muy discrecional, porque el país es una gran diversidad y la realidad de la puna de Atacama, de la selva misionera, de la pampa húmeda, de la patagonia andina, del litoral atlántico, son muy distintos. Hay, además, un mosaico político, porque hay dirigentes y partidos con pasados distintos, con énfasis diferentes, con competencias, con celos, con recelos. Y todo eso hay que superarlo, hay que distinguir lo principal de lo accesorio”.
“A veces, en política, se distingue lo principal de lo accesorio para terminar eligiendo lo accesorio cuando hay que elegir lo principal. Yo creo que tenemos que tener en cuenta que no hay un proyecto local aislado”. “Como los desafíos nacionales son difíciles y las coaliciones son muy arduas, por todo eso, que hay que conciliar”.
“A veces uno tiene la tentación de refugiarse en lo local. Pero creo que la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Santa Fe, tienen que ser parte de un proyecto nacional”.
“Ni el desempleo, ni la inseguridad, ni la corrupción, se van a poder combatir con medidas locales”.
“No tenemos que hacer lo de la clase alta porteña, que se refugia en countries, creyendo que de esa manera se evade de la realidad. Después los padres y los hijos tienen que salir todos los días y toparse con esa realidad de inseguridad, de pobreza, de miseria, de marginalidad”.
“Por supuesto que nuestros distritos pueden ser pivote, por supuesto que pueden ser palanca, por supuesto que pueden dar impulso a un proyecto nacional. Por supuesto que pueden contribuir decisivamente a armar una masa crítica para ese proyecto nacional, pero no lo podemos concebir como un proyecto aislado. Porque si fuera un proyecto asilado fracasaría”.
“Debemos trabajar con estas ideas y trabajar de verdad, de verdad en un proyecto”.
“Un proyecto no es una hojita de papel que dice “los abajo firmantes estamos a favor de la felicidad humana”.
“Un proyecto tiene que ser instrumental, tiene que decir cómo se hacen las cosas. Y creo que esta invitación del Partido Socialista… estos encuentros son para eso”.
“Recién, antes de entrar, algunos periodistas me preguntaban si esto iba a ser una coalición electoral, si uno, si el otro, si qué papel iba a jugar cada uno. Y les dije “miren, esto no es bailando por un sueño, esto es un intento serio de discutir las cosas que hay que discutir y que nadie discute”.
“Por eso le agradezco mucho a Roy Cortina, le agradezco mucho al Partido Socialista y creo que tenemos que emprender esa tarea como un gran movimiento nacional que puede ser a partir de lo local”. “Pero un gran movimiento nacional progresista”.
“Creo que hay un abuso verbal que ha desdibujado el progresismo. Lo quiero decir de una manera concreta. Hay quienes hicieron silencio hasta 1983 y después de 23 años de democracia recuerdan que hubo dictadura. Hay quienes no hicieron nada por la vida y la libertad de los demás y ahora se presentan como campeones de los derechos humanos. Hay quienes apoyaron la convertibilidad hasta el final y ahora reniegan de los ´90. Hay quienes no promueven la redistribución de ingresos, pero se llenan la boca hablando de la necesidad de combatir la pobreza”.
“Pero creo que uno tiene que actuar positivamente y definir qué es el progresismo”.
“Pienso, sintetizando, que hay tres elementos fundamentales que caracterizan al progresismo”.
“Uno es el estado de derecho, por que no hay posibilidad de tener un país desarrollado, moderno, estable y justo si no hay plena libertad y no hay instituciones sólidas”.
“El segundo es la distribución equitativa, no sólo de la riqueza, también del conocimiento y de las oportunidades de realización personal”.
“Y el tercero es el progreso, el progreso mismo, del cual deriva la palabra, que no se logra sin ciencia, sin tecnología, sin industrias”. “Ahora, como todo sistema de valores, esto implica contradicciones que es necesario considerar”.
“Es necesario, por ejemplo, saber cómo se redistribuye el ingreso sin desalentar la inversión, de la cual depende el crecimiento económico”. “Hay constantes conflictos, en los cuales la verdadera posición progresista es equidistante de los extremos”.
“A menudo vemos como de un lado hay un capitalismo salvaje, que con tal de desarrollar una actividad, no vacila en destruir el medio ambiente o envenenar a la gente. Y, del otro lado, tenemos un ecologismo salvaje que nos puede condenar a ser una sociedad pastoril y, por lo tanto, dependiente”.
“No es fácil conciliar estas posiciones resolver estas contradicciones. Por eso hace falta un proyecto”.
“No es suficiente con decir “somos progresistas”, con plantear una retórica progresista. Ni el desarrollo económico ni la igualdad social son plantas silvestres, no crecen espontáneamente. Y algo que tenemos que tener en cuenta los argentinos, es la necesidad de un proyecto actual, que nos hemos negado durante tanto tiempo”.
“A veces nos gastamos la lotería de las privatizaciones y otras veces la lotería de la soja. Pero así no se construye un país. Para construirlo, hay que tener un proyecto y tiene que ser un proyecto de poder. Porque de eso se trata, de modificar la realidad y la realidad no se modifica ni con marchas ni con grafittis, ni con artículos periodísticos”.
“Todo eso, las movilizaciones, la docencia que se puede hacer desde un artículo, ayuda a crear conciencia. Pero hacen falta los instrumentos y para eso hay que lograr grandes mayorías”.
“Y para lograr grandes mayorías, hay que resolver grandes contradicciones. Y serias contradicciones. Porque, en definitiva, una mayoría es, y de ahí viene el nombre de mi Partido, que no era solamente el nombre de un partido, la Unión Cívica, porque allí estaban, en los orígenes, Alem, Juan B. Justo, De la Torre. Una gran fuerza progresista debe ser inevitablemente policlasista, porque hay una clase media sin perspectivas de ascenso, que no tiene perspectivas para sus hijos, hay una clase media pauperizada, de profesionales, de maestros, de empleados. Hay trabajadores calificados con topes salariales, hay trabajadores no calificados, hay desempleados funcionales, hay desempleados plenos, hay sectores marginados, y cada uno tiene necesidades y perspectivas distintas que hay que conciliar”.
“Cuando uno representa a una sola franja social, no tiene un proyecto de poder. Por supuesto no se trata de representar a sectores que sean contradictorios de nuestros principios básicos, pero dentro de esa escala hay una gran diversidad que hay que tener en cuenta. Y hay que ser muy discrecional, porque el país es una gran diversidad y la realidad de la puna de Atacama, de la selva misionera, de la pampa húmeda, de la patagonia andina, del litoral atlántico, son muy distintos. Hay, además, un mosaico político, porque hay dirigentes y partidos con pasados distintos, con énfasis diferentes, con competencias, con celos, con recelos. Y todo eso hay que superarlo, hay que distinguir lo principal de lo accesorio”.
“A veces, en política, se distingue lo principal de lo accesorio para terminar eligiendo lo accesorio cuando hay que elegir lo principal. Yo creo que tenemos que tener en cuenta que no hay un proyecto local aislado”. “Como los desafíos nacionales son difíciles y las coaliciones son muy arduas, por todo eso, que hay que conciliar”.
“A veces uno tiene la tentación de refugiarse en lo local. Pero creo que la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Santa Fe, tienen que ser parte de un proyecto nacional”.
“Ni el desempleo, ni la inseguridad, ni la corrupción, se van a poder combatir con medidas locales”.
“No tenemos que hacer lo de la clase alta porteña, que se refugia en countries, creyendo que de esa manera se evade de la realidad. Después los padres y los hijos tienen que salir todos los días y toparse con esa realidad de inseguridad, de pobreza, de miseria, de marginalidad”.
“Por supuesto que nuestros distritos pueden ser pivote, por supuesto que pueden ser palanca, por supuesto que pueden dar impulso a un proyecto nacional. Por supuesto que pueden contribuir decisivamente a armar una masa crítica para ese proyecto nacional, pero no lo podemos concebir como un proyecto aislado. Porque si fuera un proyecto asilado fracasaría”.
“Debemos trabajar con estas ideas y trabajar de verdad, de verdad en un proyecto”.
“Un proyecto no es una hojita de papel que dice “los abajo firmantes estamos a favor de la felicidad humana”.
“Un proyecto tiene que ser instrumental, tiene que decir cómo se hacen las cosas. Y creo que esta invitación del Partido Socialista… estos encuentros son para eso”.
“Recién, antes de entrar, algunos periodistas me preguntaban si esto iba a ser una coalición electoral, si uno, si el otro, si qué papel iba a jugar cada uno. Y les dije “miren, esto no es bailando por un sueño, esto es un intento serio de discutir las cosas que hay que discutir y que nadie discute”.
“Por eso le agradezco mucho a Roy Cortina, le agradezco mucho al Partido Socialista y creo que tenemos que emprender esa tarea como un gran movimiento nacional que puede ser a partir de lo local”. “Pero un gran movimiento nacional progresista”.
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